Thursday, December 1, 2011

Jeannette Miller en el lanzamiento de Cuentos de Mujeres

Palabras de Jeannette Miller en el lanzamiento de Cuentos de Mujeres,

Gracias a Dios porque nos permite estar hoy aquí. Gracias al Grupo Santillana en la persona de Ruth Herrera por relanzar este libro que para mí significa mucho.Gracias inmensas a Luis Martín Gomez, excelente escritor y periodista, que ha demostrado conocer los intríngulis de Cuentos de Mujeres mejor que yo. Gracias a Yanela Hernández, a quien vi crecer en el arte y que hoy leerá algunos de mis cuentos. Gracias a Verónica Sención por recibirnos de nuevo en este Foro Pedro Mir. Y gracias a todos ustedes por acompañarnos en este intento de hacer algo positivo.

Los mejores momentos de mi niñez se dieron alrededor de mis tías abuelas, las Otero, quienes vivían contando cuentos. Algunos eran sobre asuntos familiares; otros, inventos que iban surgiendo mientras subía la noche y nos cubría la claridad de la luna creando una atmósfera de espíritus y fantasmas que eran los protagonistas de narraciones insólitas, no exentas de situaciones jocosas y de verdades sangrientas que nunca pude comprobar.

Mi padre era cuentista, quizás ese fue otro referente de mi vocación.

Cuando entré a la adolescencia comencé a escribir poemas impulsada por la necesidad de decir cosas que no se podían hablar durante el régimen de Trujillo. La poesía era capaz de esconder o metamorfosear mi rechazo a la dictadura, el dolor por el asesinato de mi padre y otras circunstancias que marcaron mi primera juventud, llenándola de tristeza, oscuridad y miedo.

Al mismo tiempo apuntaba ideas sobre personajes que me impresionaban y a los que imaginaba en ambientes y situaciones distintas. Sin darme cuenta estaba escribiendo cuentos, pero no les hacía mucho caso.

No fue sino con el paso de los años que me entró la necesidad de terminarlos. Era la urgencia de establecer un puente a través de hechos, situaciones y personajes que me resultaban significativos. Era dar poco a poco la historia de mi vida en las experiencias de otros que, de una manera u otra, me tocaban.

Cuentos de Mujeres, que en realidad significa “cuentos hechos por mujeres”. Son los cuentos que se cuentan entre hijas y madres, tías y abuelas, vecinas y amigas y que forman parte de un mundo visto por mujeres, con sus perspectivas y puntos de vista, con sus enfrentamientos y valentías, con sus risas y sus burlas; pero también, con sus dramas, sus odios y temores.

Son mujeres que cuentan lo que padecen para desahogarse, para definirse, para defenderse, para comunicarse, para que las entiendan, y para poder lograr apoyo y solidaridad. Son mujeres de ayer y de hoy, unidas en el enfrentamiento de un mundo que no las favorece, y que en la mayoría de los casos las abusa, para luego condenarlas al fracaso.

Por un lado, veremos protagonistas, tanto masculinos como femeninos, atrapados en sitaciones de oscuridad como el desempleo y el hambre, y sumidos en la ambición, en el autoritarismo, y en la discriminción. Pero también conoceremos mujeres y hombres que logran sobrevivir por su amor a los demás, por querer lograr la rectitud, lo bien hecho, aunque sea a base de sacrificios; y aquí entran especialmente las madres que quieren entender a sus hijos, establecer puentes con ellos derrumbar el muro generacional para poder advertirlos.

El libro incluye mujeres violadas, engañadas, discriminadas, al borde de la locura… aunque las situaciones que ellas viven les quedan cortas a los niveles de abuso contra la mujer que nuestra sociedad actual permite, y que nos deja cada vez más perplejos.

Sí, en un contexto de violencia general como el que vivimos, la mujer es el último eslabón de la cadena.

Una mujer no puede decir a un hombre que lo va a dejar porque la mata, y en el peor de los casos la mata con sus hijos, que también son de él. Y al oír los detalles de lo acontecido descubrimos que ella había puesto querellas ante las autoridades por amenazas y maltrato, por golpes y fracasados intentos de asesinato, Y al hombre, sí, lo habían apresado, pero para soltarlo a los 60 días, por lo que al salir fue directamente y con más rabia, a realizar el crimen que no había podido perpetrar.

En Cuentos de Mujeres aparecen conatos de las situaciones que acabamos de enunciar, pero el libro también presenta momentos de bondad, de belleza y de verdad, que son los que equilibran y justifican la existencia. Hombres y mujeres buenos y considerados; hombres y mujeres fieles; hombres y mujeres que arriesgan su vida por los demás; éstos junto al amor incondicional de las madres, la atención a los envejecientes, la fe en Dios, van creando un oleaje de situaciones que se alejan y se acercan logrando una dinámica similar a la vida.

Antes de terminar quiero repetir que en un mundo como el de hoy, donde se ha perdido la ternura, pero, sobre todo, la esperanza, deseo de todo corazón que estos Cuentos de Mujeres ayuden al lector a redescubrir y valorar su potencial de amar y perdonar, y sobre todo, lo ayuden a revivir esa espiritualidad que todos tenemos escondida, de manera que a la hora de escoger, podamos decidirnos por ese esplendoroso camino de luz que siempre tenemos en frente.

Monday, November 28, 2011

Presentación del libro Cuentos de mujeres de Jeannette Miller



Por Luis Martin Gómez

Buenas tardes. Agradezco a la escritora Jeannette Miller y a la editora Ruth Herrera por concederme el honor de presentar esta segunda edición del libro Cuentos de mujeres.

Una segunda edición de un libro es una buena noticia en este y en cualquier mercado editorial. Para usar palabras políticas, a propósito de que estamos en campaña para los comicios presidenciales, diré que una segunda edición es el “vuelve y vuelve” de la obra, su reelección con apoyo popular, un “llegó papá” insólitamente cultural o la tibia propuesta de “continuar lo que está bien”, que saludamos porque las promesas en literatura no tienden a afectar el presupuesto público.

Pero además una segunda edición, si no sale del bolsillo del autor, auspicio que resultaría sospechoso, es un elogio a la calidad de la obra y al prestigio de quien la escribió. Casi siempre, debo aclarar, porque hay obras que debieron agotarse en la mente del escritor, sin salir nunca de allí. Algunos escritores deberíamos tener la decencia de anunciar la NO puesta en circulación de nuestras obras, cuya impresión sólo provocaría la tala innecesaria de árboles con los que se fabrica el papel, o cuya difusión por internet sólo añadiría material indeseado a la web.

No es el caso, por supuesto, de Cuentos de mujeres, de Jeannette Miller, un excelente libro producido por una excelente escritora que ha sido merecedora de los más altos premios literarios que se otorgan en el país y que además es un gran ser humano. No debí decir esto último porque las cualidades personales del autor no deberían condicionar nuestra apreciación de su obra. Saber, por ejemplo, que James Joyce fue putero de joven, que tenía orgasmos mientras escribía indecencias a su mujer, y sentía fascinación por las flatulencias y las deposiciones de vientre, quizás nos hubiese dificultado admirar ese portento simbólico que es su novela Ulises, obra literaria fundamental del siglo XX. O el episodio, al parecer inflado por la ficción, de la caída de la manzana que le habría dado la pista para formular la Ley de Gravedad, no nos resultaría tan simpático si supiéramos que Isaac Newton, primer científico nombrado caballero y autor de Principia Mathemática, el libro de física más influyente de la historia, era un hombre envidioso, traicionero y mentiroso, que escribía artículos elogiosos sobre él mismo con la firma de supuestos admiradores.

Lo recomendable, entonces, es valorar la obra independientemente de las miserias o las bondades de su creador en cuanto persona, para que podamos calificar de insuperables los cuentos de Pedro Peix, a pesar de él mismo, o adjetivar como horribles los poemas de Joaquín Balaguer, sin dejarnos intimidar por su éxito político. De manera que echemos a un lado la honestidad de Jeannette Miller, su Fe inquebrantable en Dios, su sentido de la solidaridad y la justicia, esa tierna sinceridad con la que te dice “barriga verde” sin ofenderte y para tu provecho, su humildad para reconocer y ensalzar el mérito ajeno, o la profesionalidad con la que estudia y opina sobre el arte dominicano; y veamos lo que nos dicen sus Cuentos de mujeres por ellos mismos y según la cualidad de autarquía que exige este difícil género literario.

Me permito empezar por la técnica. Como sabemos, la técnica es indispensable para el cuento, tanto, que algunos teóricos definen al género como una forma, como una estructura, en la que parece ser más importante la manera de decir las cosas que el asunto del cual se habla. Julio Cortázar y Carlos Fuentes, para solo citar dos autores, hablan de la ‘esferidad’ del cuento, de su circularidad, según la cual el cuento es un tema (trascendente como Una pasión en el desierto, de Balzac, o aparentemente intrascendente como El puente sobre el río del Búho, de Ambrose Bierce) encorsetado en una esfera, que debe funcionar como un pequeño universo con vida propia. También es parte esencial de la técnica del cuento su direccionalidad, que debe ser una sola y en un solo sentido, “una flecha disparada hacia un blanco”, como dijera Horacio Quiroga, “un aviador que antes de levantar vuelo está forzado a saber con seguridad adonde se dirige”, como recreara ese concepto Juan Bosch; y su intensidad, comenzar un cuento y llevarlo implacablemente hacia el final sin ninguna desviación, como aconsejan Antonio Skármeta y Edmundo Valadés.

Decir que los Cuentos de mujeres cumplen estos requisitos básicos del género sería descubrir el hielo en cubito. No se podía esperar menos de una escritora ducha como Jeannette Miller, que asume el oficio con total responsabilidad, y suscribe el postulado de Bosch de que el cuento no tolera innovaciones sino de aquellos que primero dominan la esencia de su técnica. Lo que sí es relevante es la forma en que la autora logra hacer invisibles todos esos requerimientos formales, aportando a sus historias el poder de persuasión necesario para hacerlas creíbles, independientes, como nacidas de su propia materia proteica. Contrario a los cuentos de otros narradores de su estatura a los que se les notan las costuras, los puntos de unión del rompecabezas; los de Jeannette Miller son limpios, sin esos parchos que ponen en evidencia los mecanismos de la ficción y estropean el objetivo de la buena literatura, que es transportar al lector a un mundo alternativo, deseado o soñado. El premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa lo dice con mejores palabras: “el gran triunfo de la técnica (…) es alcanzar la invisibilidad, ser tan eficaz en la construcción de la historia (…) que ya ningún lector se percate siquiera de su existencia, pues, ganado por el hechizo de aquella artesanía, no tiene la sensación de estar leyendo sino de estar viviendo una ficción que, por un rato al menos, ha conseguido (…) suplantar a la vida”.

Yo experimenté esa transportación al leer las historias narradas por Jeannette Miller en Cuentos de mujeres. A salvo del exhibicionismo técnico que no representó una tentación para la autora, pude adentrarme en la numerología tan presente en la cultura dominicana y que parece sugerir una clave en el cuento Tullío, en el que el protagonista, Ifigenio Encarnación de la Cruz Frías, ha matado, a las cuatro de la tarde, a una banda criminal integrada por cuatro hermanos, hecho por el que la madre de las víctimas ha insultado cuatro veces al matador con la palabra asesino. En este trabajo llama la atención la actividad sensorial: el olor de los jazmines, el sonido de la lluvia; y el contraste entre el temperamento hosco, taciturno del protagonista que parece esperar con resignación su destino, y las mujeres bullangueras, sensibles, que presienten la tragedia.

La gorda es un cuento antologable y no dudo que pronto se convierta en un signo distintivo de la autora, como lo es El gato para Armando Almánzar o Delicatessen para Miguel Alfonseca. Aunque escrito en clave de humor, con frases que provocan la risa como “me decían vaca marina, armario de tres puertas, albóndiga, tanque de guerra”; este cuento trata una historia terrible, dolorosa, que hace que nos identifiquemos con la protagonista, discriminada por su apariencia física, abusada psicológicamente por ser diferente al modelo socialmente aceptado, y deseemos que se haga realidad su sueño final.

En el cuento Tu voz destaca el deambular errático del protagonista por la ciudad, en un esfuerzo por evadir una realidad sobre la cual la autora nos facilita sutilmente la pista para su comprensión con dos detalles que, nueva vez, descansan en lo sensorial: un olor, el tacto.

El General es un cuento paradójico en más de un sentido: por un lado, muestra la nostalgia de una niña por la ternura de su abuelo militar, un hombre que por su profesión y el régimen dictatorial al que sirvió, se presume esté lleno de odio; y por otro lado, describe, con exquisita filigrana estilística, el suplicio al que eran sometidas las niñas por el ritual del peinado con agua de azúcar y cerveza y la vestimenta almidonada, cuando “comer en los calderos, tiradas en el suelo” era su sueño, su ingenua manifestación de rebeldía.

Joaquín, la muerte dobló por el callejón, es un cuento que explora la superstición en la cultura dominicana, y En esta casa nunca aparecen los cuchillos, es tal vez el cuento con mayor carga ideológica y el que plantea con más crudeza, críticas al modelo económico, al caos urbano, a la injusticia social.

El que más cuestiona el comportamiento masculino, los condicionamientos culturales que tienden a justificar el machismo, es el cuento titulado El calumniado, uno de los más logrados del conjunto. En éste los hombres no salimos muy bien parados que digamos, y el personaje-narrador (que no es el mismo autor, es bueno aclarar eso por la salud y la seguridad de Jeannette) nos llama “haraganes, puercos, brutos… que sólo trabajamos para fumar, beber y tener mujeres… que somos cuerneros y jabladores… que sólo servimos para dar gusto a las mujeres y preñarlas, pero nunca para casarse y formar familia…” Teófilo, el personaje compañero de universidad de la protagonista, nos retrata de cuerpo entero cuando dice: “Mi hermanita, no seas pendeja, los hombres no hemos nacido para ser fieles (…) la fidelidad es un cuento de la iglesia para tenernos narigoneados”. En este cuento, aprenderemos también los secretos sexuales de las mujeres bizcas; no dejen de leerlo, porque además del prontuario sobre machismo que emocionará a las feministas más aguerridas, El calumniado tiene un final doloroso y aleccionador en el que la protagonista toma una decisión valiente que, sin embargo, acorralada por una sociedad medularmente fálica, no la redime completamente de su sufrimiento.

Dije que La gorda podría resultarles el cuento más querido pero creo que la joya del libro es sin dudas Recuerdos de familia, cuento en el que el general, símbolo del macho abusador y de la opresión de la dictadura, tiene un final que el lector, independientemente de su ideología o de sus creencias, termina celebrando. Permítanme leerles un párrafo que ejemplifica el contexto del cuento, situado históricamente durante el régimen de Trujillo, pero que mantiene cierta actualidad: “La sociedad castrante de los generales y de las plantaciones, de los abolengos de familia que no aguantaban cinco lustros sin que apareciera el robo a mano armada, el tráfico ilegal o la sangre que bautizaba de héroes a los genocidas que todo lo justifican en el nombre de la Patria”. Este trabajo tal vez sea el que más evidencie la convicción de la autora de que la escritura tenga, además de una finalidad estética, una función social; como dijo el periodista y novelista Francesco Píccolo que dijo el también periodista y escritor Alessandro Baricco: “(Escribir)... es una especie de extraño servicio cívico. Noble, porque es arduo, a veces muy arduo, a su manera. Y moral, porque la razón de su necesidad no es evidente, sino subterránea, y sólo visible con una mirada que encuadre el mundo con una obstinada pretensión ética”. Pero quedamos en que no nos íbamos dejar ‘allantar’ por la “buenagentura” de Jeannette.

Macho Blusa es también un cuento formidable aunque con innegables deudas estilísticas con el criollismo y lo real maravilloso del Juan Bosch de Dos pesos de agua o de La bella alma de Don Damián.

Finalmente, El Angelus es una epifanía con rap de fondo y un hermoso cierre para un libro de cuentos de alta calidad, con el que la autora demuestra un manejo magistral de la psicología de los personajes y un dominio perfecto de los niveles de la lengua.

En una entrevista que le hice hace unos años a propósito de este libro que hoy estrena segunda edición, Jeannette Miller, siempre generosa con sus colegas escritores y con la literatura dominicana, afirmó que la cuentística dominicana tiene calidad mundial, citando como ejemplos de grandes cuentistas dominicanos a Hilma Contreras, Virgilio Díaz Grullón, Marcio Veloz Maggiolo, René del Risco Bermúdez, Angela Hernández, José Alcántara Almánzar, Pedro Peix, Armando Almánzar, Arturo Rodríguez Fernández, y sobre todo, a Juan Bosch, el maestro al que ella admira, el entrañable profesor al que todos añoramos. Sé que por modestia, por humildad, por ese alto sentido de la decencia que la distingue, ella no se incluyó en ese grupo de notables. Pero yo sí lo puedo decir por ella, y ustedes conmigo después de leer sus cuentos: la cuentística dominicana tiene calidad mundial porque, además de los escritores mencionados, cuenta con una escritora de la excelencia de Jeannette Miller.

Muchas gracias.

Tuesday, November 22, 2011

Presentación Cuentos de mujeres en Punto de lectura

Por Ruth Herrera

Qué placer resulta trabajar con Jeannette Miller, gran maestra, persona vertical y de un peculiar sentido del humor.

Jeannette es una humanista en cuanto a la amplitud de campos que domina, de notable trayectoria en la crítica de arte y en la enseñanza de la lengua; ha incursionado en la poesía, la narrativa, la historia, el ensayo y el artículo abordando los múltiples temas en los que se especializa.

Cuentos de mujeres es el tercer libro que le publicamos luego de La vida es otra cosa y A mí no me gustan los boleros. Jeannette escribe sobre temas recurrentes: el mundo rural que caracterizó nuestro país en el siglo XX, los hitos de nuestra historia política y social reciente (dictadura, resistencia, represión, machismo, luchas por la democracia y la igualdad…), la mujer y su delicado, contradictorio y rico mundo interior.

Ella recrea a la mujer sensible y la mujer sensual, a la mujer fuerte, la desesperada, la víctima de sus relaciones con los demás, la que cae y se levanta, y su relación con el sexo masculino, donde hay mucha tela por donde cortar en sus cuentos. Mujeres de todas las edades y ocupando disímiles lugares en la sociedad.

También materia de su observación son las grandes pasiones de los seres humanos, sus caídas y sus gestos heroicos, sus estados dentro de la rutina, la soledad y su accionar en el seno de las familias, nada que sea humano se ausenta de sus historias. Reconocemos y admiramos su mirada y su pluma, y nos enorgullece contar con su apreciable producción literaria en nuestro catálogo, sin pasar por alto que en su labor siempre tiene presencia un ramillete de valores que son el basamento de toda sociedad en cualquier momento: dignidad, decencia, respeto, nobleza, honestidad… No es que la literatura de ficción deba exaltar valores, sino que estos afloran en la piel y accionar de sus personajes. En los cuentos de Jeannette, casi siempre el que la hace, la paga.

Un abrazo para los amigos Luis Martín y Yanela, excelentes profesionales, cuya participación esta noche le pone los pantalones largos a este lanzamiento. Gracias a librería Cuesta, representada por Verónica Sención, y a todos ustedes que hacen posible esta actividad. Gracias y buenas noches…

Miércoles 9 de noviembre de 2011, librería Cuesta, Foro Pedro Mir

Monday, August 1, 2011

Fredy Miller: realidad y leyenda

Por Jeannette Miller

La imagen de Fredy Miller se diluye en mis años adolescentes. Entonces su figura era un ir y venir sin garantías, la alegría de una sorpresa con la que no contábamos aquellos ratos en que él disponía de tiempo, más para su madre que para nosotras, sus tres hijas hembras, las únicas que el destino Ie proporcionó y que formaron parte de su historial de anhelos no satisfechos.

Cuentan que cada vez que Ie nacía una hija y no llegaba el esperado varón se entristecía tanto, que nos iba a conocer cuando ya teníamos los ojos abiertos. Sinembargo, la fidelidad a lo que no se tiene nos llevó a idealizarlo hasta el punto de que todavía hoy no estoy segura de quién era en realidad.

Sus amigos decían que era un bohemio, que su voz adormecía los corazones de adolescentes y mujeres maduras a las que remataba con un papel amarillento don­de colocaba dos o tres versos diciéndoles que eran las protagonistas del texto. Su madre, Julieta Otero, afirmaba que era buen hijo: solidario, tierno, generoso ... Aunque nunca contamos con él para la vida cotidiana, ella llenó esos vacíos con un cariño incondicional, y a través de su visión amorosa, nos dedicamos a construir una imagen llena de cualidades y carismas, nimbada por el martirologio de hijo de divorcio y padre ausente, patrón que marco su vida y también las de nosotras, por aquello del marco existencial que uno repite de manera inconsciente y que los que creemos en Dios llamamos "heridas sin sanar. .. "

Durante los pocos años que vivió en el hogar, me sorprendía su voz ronca y afinada entonando tangos y milongas a la hora del baño. Tampoco olvido aquellas noches en que cocinaba para sus amigos vestido de chef, ni los viajes que hicimos a las playas del Este donde iba a pescar chillos y carites que nunca vi, y que sinembargo, conservo intactos en la memoria. Ni qué hablar de cuando curaba su espalda en carne viva después de todo un día de sol y de salitre, poniendo un gran esmero al untarle los ungiientos para que no Ie doliera.

Sí, Fredy Miller fue un padre ausente a quien realmente conocí en los ultimos años de su vida y en los primeros de mi adolescencia. Una figura corpulenta que ladeaba la cabeza al caminar, lo que Ie aportaba un aire de vulnerahilidad y de ternura que todavía define la idea que conservo de él.

Más que un padre fue una persona con la que me gustaba estar. De él recibi lecciones precisas para la escritura y algunos criterios que me formaron para la vida: piedad, conmiseración, solidaridad, pero ante todo, "decir siempre la verdad, porque la mentira no es parte de nuestra memoria".

Una vez le oí afirmar que peor que el hambre física era el hambre del intelecto; sus ideas calaron en mi manera de ver el mundo, conformando mi escala de valo- res, y en consecuencia, mi selección de vocaciones Crítico, disidente, sensible ... reunía las condiciones para ser artista, y lo fue: desde cantante de tangos hasta autor de monólogos televisivos; desde articulista de periódico, hasta poeta y narrador.

Dejó dos libros de cuentos: Almanaque literario de mi mundo, (1946) y Cuentos Color Sepia, (1957); y uno de poemas Voces Intimas, (1954). Sinembargo, los prime­ros números de la revista La Poesía Sorprendida dan cuenta de la lectura de los cuentos poéticos de Fredy Miller pertenecientes a su libro YED.1 Igualmente, su amigo entrañable, Manolo Quiroz, dice recordar que había escrito o estaba escribiendo una novela con el título Yo fui negro en Estados Unidos.

Amigo de Franklyn Mieses Burgos, de Gilberto Hernández Ortega y de Eugenio Fernández Granell, participó con los grupos de La Poesía Sorprendida y con la bohemia dorada de la década de 1940, en que dominicanos y europeos intercam­biaban de manera dinámica y critica, sentando las bases de nuestra modernidad literaria y artistica.2

Pero más que eso fue un bohemio de verdad, de amaneceres con tragos y guitarra compartidos con Hector J. Díaz, Ramón Lacay Polanco, Manolo Quiroz, Gustavo Guerrero, y otros que todavía lo recuerdan con los ojos aguados, y que no se cansan de testimoniar su amistad en textos esclarecedores que aparecen en los diarios locales por las fechas aniversarias de su desaparición.

Fue coeditor de la revista Ágora junto a Freddy Prestol Castillo y Franklyn Mieses Burgos. 3 La publicación, que alcanzó pocos números, incluía trabajos de los escritores dominicanos que como él, habían bebido de los modos modernistas y recién se aventuraban en el automatismo sicológico del surrealismo y en la oscuridad del ser que planteaban los existencialistas.

La teoría del absurdo presente en sus primeros cuentos de 1946, recuerdan la prisión sicológica de los textos de Kafka. Tema que también aparece en Poema del loco aburrido (1942) y en el personaje creado para el programa televisivo Confesio­nes de un viejo loco que interpretaba Liliano Angulo. En el otro extremo, abordó los sufrimientos del amor imposible en La noche pensó en nosotros (narración), y en Que como estoy, uno de los poemas más difundidos de su producción. Pero es el nivel de su prosa en Cuentos color sepia, donde plantea el drama de la vida del campe­sino y de la campesina que emigran a la ciudad, lo que le obtiene el reconocimien-

to como excelente cuentista.

Desde muy joven se caracterizó por una vida productiva. Pionero en la producción y dirección de programas de radio y televisión (HIZ, La Voz Dominicana) fue también uno de los primeros en diseñar campañas de publicidad para distintas firmas comerciales.

Despues de los treinticinco afios se Ie detectó diabetes y aunque esa condicio­nante lo hizo vivir con un poco más de rigor, su pasión por el mar y la pesca se acrecentó.

Nunca fue partidario de la dictadura de Trujillo, pero sus ideas iban más allá del sólo rechazo al régimen: Fredy Miller se identificaba con los de abajo, con las clases desposeídas; tenia una sensibilidad social que lo llevó a escudriñar sobre las ideologías socialistas y a identificarse con algunos de sus postulados. Muchos afirman que este fue el principal motivo de su muerte. En múltiples ocasiones manifesto sus críticas a la situación en que vivia el país con la ironía que lo caracterizaba. Sus textos Poema del loco aburrido, Maria Lunera, Hay muchos hombres en la calle ... son ejemplos de su oposición al régimen y de su preocupa­ción por los más pobres.

El 5 de mayo de 1959 salió a pescar con su compafiera de entonces, Julia, una tía y dos sobrinos de ésta. Distintas informaciones han coincidido en que la embar­cación fue ametrallada por órdenes del general Ramfis Trujillo, hijo mayor del dic­tador y en esa época Jefe de la Aviación Militar Dominicana. Lo cierto es que nunca aparecieron rastros de ellos.

Esta situación unida a su mentalidad avanzada que seguía con entusiasmo la conquista del espacio, dieron pie a la leyenda de que se lo habían llevado los extraterrestes.

En 1973, en medio de la convulsión ante una tercera reelección de Joaquín Balaguer, un vendedor de productos farmacéuticos fue interceptado en una carre­tera del Sur por unos hombres altos vestidos con mamelucos brilantes, y el que habló con él afirmó que venía del espacio sideral identificándose como Fredy Miller. Aunque el interceptado admitió que nunca habia conocido a Miller y que no podía establecer la comparación, la bola corrió y a partir de entonces la lógica dio paso a la leyenda... La cruda realidad sobre qué había sido de sus cuatro acompañantes (dos mujeres y dos niños) no tuvo cabida ante la variedad de versiones surgidas. Periódicos, noticieros y una secuela posterior de fantasía, de buenas y malas voluntades, Ie ha dado forma a un personaje de leyenda, que probablemente nunca existió.

Casi 30 años después, el 2 de julio del 2002, el periódico El Caribe informaba sobre un libro que incluía datos sobre los asesinatos cometidos por un sicario de la dictadura trujillista y entre ellos se encontraba el nombre de Fredy Miller.4

Hoy, a cuarentiséis afios de su muerte, estamos sacando a la luz lo que verdade­ramente quedó de el: sus escritos.

Inexplicablemente Fredy Miller no aparece en la mayoría de las antologías so­bre literatura dominicana, probablemente por el número limitado que tuvieron las ediciones de sus libros. Aunque me inclino a creer que el carácter de denuncia de sus textos, unido a su temperamento bohemio, y a una actitud mordaz y critica que no hacía el juego a los que ejercían el poder político y literario de entonces, ha tenido mucho que ver.

Pero eso no importa. Los dominicanos vivimos en una constante búsqueda de valores y definiciones de lo que somos y hemos sido, de qué ha permanecido válido para un pueblo sobreviviente y contestatario en esencia, de qué es realmente significativo para seguir edificando ese esqueleto incompleto que resulta ser nues­tra identidad.

Ese parámetro de replanteamientos y cuestionamientos nos coloca en un asom­bro permanente donde los halIazgos y las injusticias, que todavía están a la orden del día, no sorprenden a nadie. Estas condicionantes nos abren a reconocer los valores olvidados, los méritos escondidos, como parte de una memoria subyacente y poderosa que al cabo de los años siempre hace justicia.

Fredy Miller forma parte de esa historia reciente aún no develada. Sin embargo, los que han tenido acceso a sus escritos, como Rafael Damirón, Ramon Lacay Polanco, Marcio Veloz MaggiolIo, Miguel D. Mena y Ángela Hernandez, lo catalo­gan: unos, como "el más talentoso poeta de sus contemporaneos" (Rafael Damiron); otros, como "un maestro del género" (Miguel D. Mena), y a sus cuentos como "joyas literarias" (Marcio Veloz Maggiolo). 5

Lo importante es que por fin aquí están los tres libros que de manera empecinada publicó y otros textos encontrados después de su muerte. Con ellos Fredy Miller deja por fin atrás ese color sepia que ha envuelto sus escritos, y probablemente, a partir de ahora su obra y su vida se inserten en los estudios de la literatura nacional, ocupando el merecido espacio que desde hace tiempo, se han ganado.

Notas:

1. La Poesia Sorprendida. Colección Completa 1943-1947. Editora Cultural Dominicana, Santo Do­mingo, República Dominicana. 1974.

2. "En el ambiente acogedor de la familia Prats se continuaron las tertulias culturales que se habían iniciado en la casa de Vela Zanetti, en las que participaban las más destacadas figuras de la literatura y del arte: Dario Suro, Erwin Walter Palm, Fredy Gatón Arce, Franklyn Mieses Burgos, Aída Cartagena Portalatín, Fredy Miller y otros intelectuales de la época." Maria Ugarte. Prats- Ventós 1925-1999. Colección Banco Popular Dominicano. Editora Amigo del Hogar, diciembre del 2001, Santo Domingo República Dominicana.

3. Ver Iván Alfonseca. Antología biográfica. La juventud de Santo Domingo en la poesía contempo­ránea (1492) y Ramón Lacay Polanco Fredy Miller, un personaje de leyenda ... Programa radial Radar del Mundo #2, Radiotelevisión Dominicana, diciembre de 1972, cuyo texto se reproduce en las páginas 163, 164 Y 165 de este libro.

4. "Edith Febles. El confeso matón narra en un libro su historia de sangre. El Caribe, martes 2 de julio del 2002, sección Impactos, Pág. 3.

5. Ver Prólogo a Voces intimas por Rafael Damirón, Fredy Miller saliendo del color sepia por Miguel D. Mena y Fredy Miller y sus cuentos color sepia por Marcio Veloz Maggiolo.

Thursday, July 28, 2011

Biobibliografía de Jeannette Miller

Poeta, narradora, ensayista e historiadora de arte. Nació el 2 de agosto de 1944 en Santo Domingo. Hija del escritor Fredy Miller Otero y Rosa Rivas, su padre fue asesinado por la dictadura de Rafael Trujillo. Cursó su educación primaria en el colegio María Auxiliadora y secundaria en el colegio Apostolado de Santo Domingo. Se licenció en Letras en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde ejerció la docencia, al igual que en la Universidad Central del Este y en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Vivió en Madrid, España, desde 1965 hasta 1970, allí realizó, en el período 1966-1967, el X Curso Iberoamericano para Profesores de Lengua Española en el Instituto de Cultura Hispánica, donde recibió clases con Carlos Bousoño, Gonzalo Torrente Ballester y otros eminentes intelectuales; asimismo, en 1967, hizo el Curso de Desarrollo Comunitario en el Instituto León XIII de Madrid, y en 1976 participó en el Seminario Museología y Arte con el Profesor Donald B. Goddall, bajo el auspicio de The Southern Consortium for International Education, en Santo Domingo.

Figura sobresaliente de la Generación del 60, perteneció a Arte y Liberación (1962) junto a Miguel Alfonseca, Silvano Lora, José Ramírez Conde, René del Risco, Jacques Viau y otros. Durante sus inicios tuvo como mentores al filósofo Juan Francisco (Tongo) Sánchez, y a los poetas Franklyn Mieses Burgos y Manuel Rueda.

Sus artículos han sido publicados por los periódicos El Caribe, donde trabajó con María Ugarte, y Hoy; además en importantes publicaciones internacionales. En el 2000, fue Directora del Suplemento Cultural Espacios, del periódico El Caribe. Ha sido jurado en concursos nacionales e internacionales de Literatura y Artes Plásticas.

Su novela La vida es otra cosa, publicada en el 2006 por el sello Alfaguara cuenta con numerosas reediciones.

Ha publicado tres libros de poemas: El Viaje (Cuadernos Hispanoamericanos, separata, 1967),Fórmulas para Combatir el Miedo (Taller, 1972) y Fichas de Identidad/Estadías (Taller, 1985); dos de narraciones Cuentos de Mujeres (Cole, 2002) y A mí no me gustan los boleros. (Ediciones Santillana. Punto de lectura. 2009); una novela, La Vida es otra cosa (Alfaguara, 2005), y múltiples ensayos y trabajos de investigación, entre los que destacan; Participación de la Mujer en el Proceso Cultural Dominicano (1975); Artes Plásticas, Enciclopedia Dominicana (1976); Gilberto Hernández Ortega o la Trascendencia de un Universo Mágico y Poético (1978);Historia de la Pintura Dominicana (1979), Ortografía (1981), Redacción (1983), Contemporary Dominican Art. The Signs Gallery. New York, (1981), Guía de la Galería de Arte Moderno (1982), Arte Dominicano desde la Independencia. (1982),Paul Guidicelli: Sobreviviente de una Época Oscura (1983), Fernando Peña Defilló: Desde el Origen hacia la Libertad (1983), Texto Espantapájaros del Sur Publicado en Polibio Díaz Espantapájaros del Sur, Editora Corripio. .Santo Domingo, República Dominicana. (1984); Fernando Peña Defilló: Mundos Paralelos (1985); Sobre la Materia y el espíritu publicado en el catálogo Sobre la Materia y el espíritu de Fernando Peña Defilló. correspondiente a la muestra individual del mismo nombre presentada en la Galería de Arte Moderno Impresora Amigo del Hogar. Santo Domingo, República Dominicana. 1985; Paisaje Dominicano: Pintura y Poesía (1992), Apuntes sobre la abstracción en las Antillas del Caribe Hispano. Publicado en Plástica, Revista de la Liga de Arte de San Juan. Año 15, Vol. 1, Núm., 21, Sept. 1993. San Juan, Pto. Rico. (1993); Texto El Carnaval de Santo Domingo. Publicado en Imágenes de Carnaval de Polibio Díaz. Vista Color, Miami, EE.UU. (1993) ; Poesía y pintura dominicanas: una relación que permanece. Publicado en el libro Ponencias del Primer Congreso Crítico de Literatura Dominicana. Editora De Colores. Santo Domingo, República Dominicana.1994.José Rincón Mora (1996), Arte Dominicano, Artistas Españoles y Modernidad:1920-1960, Ediciones Centro Cultural Hispánico e Instituto de Cooperación Iberoamericana, Santo Domingo República Dominicana (1996), Noemí Ruiz y la Poesía Visual del Trópico (1997), Gaspar Mario Cruz: poeta de las formas (1997); Domingo Batista: esencia y monumentalidad del paisaje dominicano, Domingo Batista: fotografías dominicanas. Consejo Presidencial de Cultura. Santo Domingo, República Dominicana. (1999), Fernando Peña Defilló (2000),Cuentos Dominicanos –antología- Selección y prólogo. Colección Letra Grande, coedición UNESCO y Editorial Popular, Paris-Madrid (2000), Arte Dominicano:1844-2000.Pintura, dibujo, gráfica y mural (2001); Tesoros de Arte del Banco Popular Dominicano (2001);Arte, globalización, el miedo dinamizante y la respuesta contestataria. Introducción a la participación de Domingo Batista y Jorge Pineda en la VII Bienal Internacional de Cuenca, Ecuador, 2001. Publicado en el libro Globalización. Nomadismo. Identidades. Documento de la VII Bienal Internacional de Cuenca, Ecuador. 2001. Arte Dominicano:1844-2000.Escultura, instalaciones, medios no tradicionales y arte vitral (2002); Entre la sobrevivencia y el miedo: mujer, literatura, globalización y disidencia. Conferencia Magistral pronunciada en el XIII Congreso de la AILCFH (Asociación Internacional de Literatura y Cultura Femenina Hispánica) : Lenguaje y Género –Tendencias Errantes—Proyectos y Procesos para un Nuevo Mundo. Santo Domingo, República Dominicana, del 24 al 27 de octubre del 2002
. Revista Xinesquema No 3, abril (2003). La mujer en el pensamiento dominicano. Presentación a la puesta en circulación del libro Pensantes de Ángela Hernández. Editora Cole. Santo Domingo, República Dominicana. 2004.Mujer. Introducción al libro Mujer de Nicole Sánchez y Giovanna Bonnelly. Ediciones Mercasid. Santo Domingo, República Dominicana. (2004) Magia y verismo del blanco y negro en el arte fotográfico de Max Pou. Cien veces Max. Centro León. Santiago de los Caballeros.( Febrero del 2005);La Mujer en el Arte Dominicano (2005). Fredy Miller: realidad y leyenda. Edición, selección y prólogo.(2005);María Ugarte: textos literarios. Edición, selección y prólogo (2006); El inconsciente racial dominicano o la dicotomía de un pueblo negro que se piensa blanco. Prólogo al lbro de José Aníbal Cruz, El inconsciente racial dominicano. Impresora Amigo del Hogar. Santo Domingo, República Dominicana. (2006); Importancia del contexto histórico en el desarrollo del arte dominicano (2006).La vida es otra cosa –novela- (Alfaguara, 2006). Rescatando la poesía nacional con la Colección Pensamiento Dominicano. Publicado en el Tomo I, Poesía. Reedición de la Colección Pensamiento Dominicano. Publicaciones Banco de Reservas. (2008); Norberto James Rawlins. La patria portátil. Afro-hispanic Review. Vol.27, Lumber 2. Fall 2008. Vanderbilt University. (Nashville, Tennessee.USA.2008); Textos sobre arte literatura e identidad –ensayos- (Ediciones Banco Central de la República Dominicana, 2009); A mí no me gustan los boleros –cuentos- (Punto de lectura, 2009); El exilio republicano español y sus aportes a la modernidad en el arte dominicano en El exilio republicano español en la sociedad dominicana, Santo Domingo, R. D. (2010); Historia de la fotografía dominicana -2 tomos- (2010) y Arte y arquitectura: 1844-2000 en Historia de la República Dominicana (2011).

Ha escrito la crítica de artes plásticas para los periódicos El Caribe y Hoy, Santo Domingo, R. D. Ha sido Miembra del Patronato del Museo de Arte Moderno de Santo Domingo. Ha participado como expositora en numerosos congresos nacionales e internacionales sobre arte, literatura y cultura e identidad. Ha sido jurado en concursos y bienales nacionales y fuera de su país. Ha colaborado con prestigiosas publicaciones internacionales: Cuadernos Hispanoamericanos (Núm.208, Madrid, España, 1967); Geomundo (Miami, EE.UU.1979); Plástica (San Juan, Pto. Rico,1993); Homines (Universidad Interamericana de Puerto Rico. San Juan, Puerto Rico. 1996); Callaloo. (Universidad de Virginia, Estados Unidos. 1999); Confluencia (Universidad de Northern, Colorado, EE.UU.2004); Arte al día Internacional (Miami, EE.UU.2004); Global (Santo Domingo, Rep. Dom. 2004); Ceramics (Sydney, Australia. 2004). Ha recibido importantes premiaciones y distinciones, entre ellas: Premio Investigación Teatro Nacional y Comisión Jurídica de la Mujer ante las Naciones Unidas (1975); Premio a la Crónica y Crítica de Arte Fundación Pellerano Alfau (1976); Supremo de Plata Jaycee´s a los 10 jóvenes más sobresalientes del país (1977); Círculo de Plata Jaycee´s por continuidad de labor en la comunidad (1997); Premio Mejor Libro de Arte 1997 por la Asociación Puertorriqueña de Críticos de Arte (AICA) (1997); Mejor Publicación Especializada en Artes Plásticas (1998), por la Asociación Dominicana de Críticos de Arte (ADCA) (1997); Mención de Honor en el Concurso Internacional de Cuentos Casa de Teatro (2000); Medalla de Honor al Mérito por la Secretaría de Estado de la Mujer (2002). Su poema “Porque la muerte es esta sensación de nada y de vacío...” fue seleccionado por la Revista Callaloo de la Universidad de Virginia, Estados Unidos, como una de las mejores piezas poéticas de los últimos 25 años aparecidas en esa publicación; Invitada de honor a la 5ta. Bienal de Poetas en Val-de Marne, Paris, Francia, (1999); Premio Especial en el Concurso Internacional de Novela Casa de Teatro (2005); Miembro de la Academia Dominicana de la Historia. (2006); Diploma de Reconocimiento como Mujer Destacada, Cámara de Diputados de la República Dominicana (8 de marzo, 2006); Reconocimiento Especial en la categoría de personalidades, por la Asociación Dominicana de Críticos de Arte –ADCA- (2006), En el 2007 obtuvo el Premio Nacional Feria del Libro Eduardo León Jimenes, por su obra Importancia del contexto histórico en el desarrollo del arte dominicano, en el marco de la Feria Internacional del Libro (2007). Reconocimiento como Mujer consagrada al Arte por la Universidad Autónoma de Santo Domingo -UASD- (2009). Reconocimiento por sus aportes al Arte y la Cultura de República Dominicana por la Universidad Iberoamericana–UNIBE- (2009). Su novela La vida es otra cosa fue llevada al teatro en el 2010. En el 2010, se le otorgó el Premio Nacional de Cuento José Ramón López a su libro A mí no me gustan los boleros (Punto de Lectura, 2009). En el 2011 le fue asignado el Premio Nacional de Literatura 2011, auspiciado por el Ministerio de Cultura y la Fundación Corripio, por el conjunto de su obra. El Ministerio de Educación (MINERD) y la Dirección General de Cultura le hicieron un reconocimiento Jeannette Miller “por su invaluable valor y aporte a la cultura y a la literatura” en el marco de la celebración de la XIV Feria Internacional del Libro (2011). Fue miembra del Consejo Presidencial de Cultura de la República Dominicana, de la Comisión Nacional de la UNESCO y de la Casa del Escritor Dominicano, habiendo participado en la fundación de estos organismos. Sus poemas han sido traducidos al inglés, francés e italiano e incluidos en múltiples antologías y ensayos, entre los que se encuentran: Historia de la Literatura Hispanoamericana. Época Contemporánea. Enrique Anderson Imbert. Breviarios del Fondo de Cultura Económica. México D. F. Quinta Edición (1966);Antología de la Literatura Dominicana. José Alcántara Almánzar. Colección Biblioteca Esencial. Editora Cultural Dominicana. santo domingo, Rep. Dom. (1972); Una evaluación de la situación de la mujer. Oficina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Santo Domingo, República Dominicana (1975); Cinco Siglos con la Mujer Dominicana. Maritza Olivier. Amigo del Hogar. Sto. Dgo. Rep. Dom. (1975);La Poesía Dominicana en el Siglo XX. Alberto Baeza Flores. Universidad Católica Madre y Maestra. Santiago, República Dominicana.(1976); Enciclopedia Dominicana. Ediciones Dominicanas.1976. Santo Domingo, República Dominicana. (1976); Lecturas Dominicanas. Carlos Fernández Rocha y Danilo De los Santos. Universidad Católica Madre y Maestra. Santiago, República Dominicana. (1977); Caribbean Writers: A biobibliographical-Critical Encyclopedia. Donald E. Herdeck. Three Continental Press. Washington D. C. USA; Cantos al Amor: antología de la poesía amorosa dominicana. Pedro Bisonó. Santo Domingo, República Dominicana (1978); Escritores y Artistas dominicanos. Héctor Incháustegui Cabral. Colección Estudios. Universidad Católica Madre y Maestra (UCMM). Santiago, República Dominicana. (1979); Poesía de Post-guerra/ Joven Poesía Dominicana Andrés L. Mateo. Santo Domingo, República Dominicana (1981); La Tierra más Hermosa. Alberto Baeza Flores. Editora Taller, Santo Domingo, República Dominicana. (1981); Contemporary Women Authors of Latin America. Doris Meyers y Margerite Fernández Olmos. Brooklyn College Humanities Institute Series, USA. (1983); Los Poetas Dominicanos de 1965: una generación importante y distinta. Alberto Baeza Flores Colección Orfeo. Biblioteca Nacional. Santo Domingo, República Dominicana (1985); El Síndrome de Penélope en la Poesía Dominicana. Tony Raful y Pedro Peix. Biblioteca Nacional. Editorial Santo Domingo. Sto. Dgo. Rep. Dom. (1986); Personalidades Dominicanas 1988-1989. Rafael Molina Morillo. Molina Morillo y Asociados. Santo Domingo, República Dominicana (1988); Sin otro profeta que su canto, Daisy Cocco de Filippis. Editora Taller. Santo Domingo, República Dominicana. (1988); Voces Femeninas del Mundo Hispánico. Ramiro Lagos. Centro de Estudios Poéticos Hispánicos. Colombia. (1991); Writers of the Caribbean and Central America. Fenwick, M. J., New York and London. Garland Publishing. (1992); Apuntes Bibliográficos sobre la Literatura Dominicana. Miguel Collado. Colección Orfeo. Biblioteca Nacional. Santo Domingo, República Dominicana. (1993);These are not sweet girls:Poetry by Latinamerican Women, Marjorie Agossin. White Pine Press, New York, USA (1994); Diccionario de Autores Dominicanos 1492-1994. Cándido Gerón. Segunda Edición, Editora Colorscan. Santo Domingo, República Dominicana (1994); Historia de la Cultura Dominicana. Mariano Lebrón Saviñón. Ediciones Sequiscentenario de la Independencia Nacional. Editora Taller. Santo Domingo, República Dominicana. (1994); Poésie Dominicaine du XXe Siecle, Claude Couffon. Geneve, Suiza (1995) ; Dos Siglos de Literatura Dominicana Colección Sesquicentenario de la Independencia Nacional, Sto. Dgo. Rep. Dom. (1996); Bibliografía de la Literatura Dominicana -1820-1990-. Frank Moya Pons. Comisión Permanente de la Feria Nacional del Libro. Amigo del Hogar. Santo Domingo, Rep. Dom. (1997); Common Threads: Afro-Hispanic Women’s Literature, Adams, Clementina R. Ediciones Universal, Miami, Florida EE.UU.(1998); Grandes Dominicanos. Carlos T. Martínez. Ediciones Catemar, Santo Domingo, República Dominicana.(1998); Presencias. María del Carmen Prosdocimi de Rivera. Colección Banreservas, Santo Domingo, Rep. Dom. (1999); Memorias del Viento Frío: poesía de la guerra y la postguerra. Pedro Conde WWW.cielonaranja.com; Antología Histórica de la Poesía Dominicana del Siglo XX. Franklyn Gutiérrez. Editorial de la Universidad de Puerto Rico. Puerto Rico(1999); Homenaje de los Poetas Dominicanos a la Cultura Francesa. Mateo Morrison. Ediciones Espacios Culturales. III Feria Internacional del Libro. Santo Domingo, República Dominicana.(2000); Miroirs de la Caraibe: douze poetes de Saint Domingue, José Rafael Lantigua y Delia Blanco. Le Temps de Cerises, Francia, (2000) ; L’Anthologie 2000: Biennale Internationale des Poetes en VAL-DE-MARNE, Henry Deluy. Ediciones Farrago, Paris, Francia (2000); Callaloo’s 25th Anniversary: Best Poetry, University of Virginia, Charlottesville, VA, USA (2001);Estudios en honor de Janet Perez: El sujeto femenino en escritoras hispánicas by Susana Cavallo, Luis A. Jimenez, Oralia Preble-Niemi. Hispanic Revue. Vol. 69, No. 1 JSTOR by University of Pennsylvania Press. (Winter, 2001); Antología Mayor de la Literatura Dominicana: prosa y poesía. José Alcántara Almánzar (prosa) y Manuel Rueda (poesía). Editoria Corripio. Santo Domingo, República Dominicana. (2002); Ensayos críticos sobre escritoras dominicanas del siglo XX. Miguel Collado y Rafael Peralta Romero. Centro Dominicano de Investigaciones Bibliográficas –CEDIBIL-. Santo Domingo, República Dominicana. (2002); The Committed Word: Studies in Spanish and American Poetry. Merlin H. Forster. University: Romance Monographs. (2002);Libros revueltos…ganancias de pensadores. Francisco Henríquez Rosa. Fundación para la Educación y el Arte –EDUCARTE- (2003);Santo Domingo, su poesía. Miguel D. Mena. Ediciones Cielonaranja. Santo Domingo-Berlín (2005); The Oxford Book of Caribbean Verse. Oxford Book of Verse. Stewart Brown, Mark Mcwatt. Oxford University Press. (2005); Antología Mayor de la Literatura Dominicana: prosa y poesía. José Alcántara Almánzar (prosa) y Manuel Rueda (poesía). Editoria Corripio. Santo Domingo, República Dominicana. (2002); Breve antología del cuento dominicano, Editora Cole, Sto. Dgo. Rep. Dom. (2003); De espantos y espasmos: cuentos de amor y visiones. Julieta Haidar y Pablo Maríñez. Ediciones moradas. Editora Búho. Santo Domingo, República Dominicana. (2003); Pensantes, Ángela Hernández. Ediciones Calíope, New York, EE.UU. (2004); La isla que se cuenta. Ángela Hernández. Editorial Letragráfica. Sto. Dgo. Rep. Dom. -En prensa-; Onde, farfalla e aroma de café. Danilo Manera. Editorial Azulejos. Italia.(2005). Narradoras del siglo XX. Emelda Ramos. Ediciones Ferilibro. Secretaría de Estado de Cultura. Sto. Dgo. Rep. Dom. 2007.Fichas de identidad: un recorrido por la Rep. Dominicana de Jeannette Miller Escrito por: Gina Aidee Diaz el 21 May 2009 - URL Permanente ELPAIS.comLa Comunidad; De la Seine au Camú: un Siecle de nouvelles dominicaines.Página 105.Selección y prólogo de René Rodríguez Soriano.Ediciones Secretaría de Estado de Cultura.2009Vanidades. Sección Libros. Sueños de bienestar y duras realidades en una novela dominicana. Página 18. La vida es otra cosa de Jeannette Miller.Revista Vanidades. 29 de enero de 2009; Marianela Jiménez, gran maestra y gran artista: ¡Un merecido homenaje! Introducción al catálogo Homenaje a Marianela Jiménez. Sala de arte Ramón Oviedo. Secretaría de Estado de Cultura. Santo Domingo, República dominicana. Abril del 2009; Blanco Móvil. Número 110. Poetas Dominicanos. De Eduardo Moshe. Publicación trimestral revista Blanco Móvil. Mayo de 2009;

28 de julio de 2011